sábado, 23 de febrero de 2013

Capítulo 5.

CAPÍTULO 5.

Hola amores <3 Este capítulo se lo quiero dedicar a Nora, una gran persona y amiga, y además ¡el otro día nos contestó nuestra autora favorita, asdfghjklñ! Nora, ya sabes que me alegras con tus comentarios :3 Bueno, espero que os guste el capítulo y que lo disfrutéis. MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LAS 460 VISITAS Y POR HABER VOTADO EN LA ENCUESTA. Todavía podéis seguir votando ;) Espero vuestros comentarios, LOVELOVELOVE.


(Narra Liam)

-¿Mark?-dije sorprendido. A la vez que él se giraba y me miraba con una expresión de sorpresa en su rostro.
-¿Liam? Vaya, casi ni te reconozco.-dijo a la vez que se reía y yo me acercaba a darle un abrazo.
-Mira quién fue a hablar. Ya ni pareces tú.-le respondí sonriendo. – Todavía no me lo puedo creer, ¡hace años que no te veo!
-La verdad es que sí, desde que te convertiste en una super estrella ya no nos hemos vuelto a ver. ¿No se te habrá subido la fama a la cabeza, no?-dijo sonriendo y dándome un pequeño codazo amistoso. Me reí ante su comentario.
-Bueno, intento que eso no pase. Todavía sigo siendo aquel chico que te ganaba siempre.-le respondí a la vez que devolvía el codazo.- Y bueno, ¿qué tal estás? ¿Y las chicas y tus padres?
-Todos bien, la verdad. Brittany está terminando bachillerato, y Carla y yo lo acabamos de empezar. Es difícil, pero lo llevamos bien.-dijo a la vez que me guiñaba un ojo.- ¿Y qué tal están tus padres, Karen y Geoff?¿Y Nicola y Ruth?
-También estamos todos bien.-En ese momento apreció una señora algo mayor detrás de Mark, la reconocí. Era su abuela.- Buenos días, señora Connelly.-la dije mostrándola mi mejor sonrisa. Esa mujer me conocía prácticamente desde que nací.
-¡Liam! ¿Qué tal estás, cielo?-me respondió sonriéndose y acercándose a darme un abrazo.
-Muy bien, señora Connelly. ¿Y usted qué tal está? ¿Y el señor Connelly?
-Liam, ya te he dicho cientos de veces que puedes llamarme Meg. Pues mira, mi marido está allí.-dijo a la vez que señalaba con el dedo a un hombre mayor con el pelo canoso que en ese instante nos miraba y sonreía mientras se acercaba hasta donde estábamos.
-Liam, ya estás hecho todo un hombre.-me dijo a la vez que me estrechaba la mano.- ¿Has venido tú solo a comprar?
-Y usted está cada día mejor, señor Connelly.-le respondí con una gran sonrisa.-La verdad es que no. He venido con Adam y con Danielle. Mire, por allí vienen.-señalé con el dedo a un chico moreno muy alto, Adam, que iba charlando con mi novia.
Cuando se acercaron, les presenté a Danielle, a la que saludaron de forma amable y cariñosa, y acto seguido saludaron a Adam, pero a él ya le conocían de sobra.
-Vaya Liam, has escogido bien a tu novia, ¿eh? Siempre fuiste un chico inteligente.-me dijo la señora Connelly para después dirigirse a Danielle.- Eres encantadora, cariño. Y ten por seguro que ya eres una más de la familia.
-Muchísimas gracias, señora Connelly.-la respondió tímidamente Danielle.
Estuvimos un rato hablando, poniéndonos al corriente de todo, hasta que fue hora de marcharnos. Hacía mucho tiempo que no veía a Brittany y a Carla, así que quedé en pasarme con Danielle y con Adam por su casa el día del aniversario de Ethan y Megan.

(Narra Brittany)

-Muchas gracias.-le respondí al vendedor de la tienda mientras que guardaba mi monedero  y cogía la bolsa con los adornos.
La mañana  se me había pasado rápida entre tienda y tienda. Creo que podía haber pasado como a unas veinte buscando los adornos necesarios, pero por fin los tenía. Saqué el móvil de mi bolsillo y miré la hora. Eran las cinco menos diez. Me disponía a dirigirme a la parada de autobús cuando, de pronto, atisbé la fachada de un pequeño local. Me planté frente a la puerta y leí el cartel en el que ponía el nombre del establecimiento, Bloom’s. Vaya, hacía tanto tiempo que no pasaba a él. Todavía podía recordar el olor a donuts, el tacto de los sillones de cuero, los batidos tan deliciosos que preparaban,… todas esas tardes que había pasado allí dentro habían sido especiales, únicas. Había ido allí con Mark, con Carla, con Abbi, con Liam, con Adam… “Mierda, Brittany, descarta tu último pensamiento. Se supone que ya lo habías olvidado.” pensé. Pero en verdad, sólo me estaba engañando a mí misma. Por supuesto que no había olvidado a Adam, ¿cómo iba a hacerlo? Decidí entrar en el establecimiento y dejar de pensar en él, no me venía bien hacerlo. Nada más entrar, todos los buenos recuerdos me vinieron de golpe, pero también los malos. Visualicé una mesa vacía al fondo, cerca de un gran ventanal. Desde allí se podía ver perfectamente a todas las personas que pasaban por Trafalgar Square. Ni siquiera me molesté un abrir el menú. Sabía perfectamente lo que iba a pedir.
Pasaron unos minutos y se acercó a mí una chica castaña, alta y delgada que vestía un delantal de colores y que sostenía sobre su mano una libreta para apuntar los pedidos.
-Buenas tardes, señorita. ¿Qué va a pedir?-me dijo con una voz que al instante reconocí.
-¡Sol! Ay madre, ¡cuánto tiempo!-la respondí mientras que me incorporaba para darla un abrazo y dos besos.
-¡Brittany! ¡No te había reconocido! Chica, estás guapísima. ¿Qué haces por aquí?-dijo a la vez que me correspondía al abrazo y vi como sus ojos verdes me miraban con una mezcla de cariño y alegría.
-Anda tonta, tú sí que estás preciosa.-nos reímos las dos y nos sentamos una en frente de la otra.-Ya sabes, visita familiar. ¿Y tú qué tal? No sé nada de ti desde que os mudasteis. Echo muchísimo de menos a mi compañera de clases.
-Estamos todos genial. Mi padre fue ascendido, y ahora mi hermana y yo estudiamos en un instituto de aquí, de Londres. ¿Te puedes creer que estoy estudiando diseño?-me dijo mientras me dedicaba una sonrisa llena de alegría.
-Ay, ¡enhorabuena! Me alegro un montón de que estés cumpliendo tu sueño, ya sabes que te lo merecías.
Estuvimos como dos horas sentadas la una frente a la otra contándonos todo lo que nos había pasado en estos años que habíamos pasado separadas. Nos bebimos dos batidos por los viejos tiempos, intercambiamos nuestros teléfonos, y quedamos en volver a vernos otro día.
Cuando salí de la cafetería, las luces de las farolas ya estaban encendidas. Rápidamente, me dirigí hacia la parada de autobuses que quedaba cerca de allí. En veinte minutos ya me encontraba en el salón de casa de mis abuelos viendo una película con Mark.

(Narra Louis)

Me gustaba el silencio nocturno de Londres, así podía pensar mejor. Eran las ocho y media de la tarde y me encontraba dando un paseo por Trafalgar Square. Por suerte, de momento no me había reconocido nadie y no estaba siendo acosado por cientos de periodistas. No sé porqué había decidido venir aquí. Supongo que algo dentro de mí me incitó a hacerlo, pero todavía no sabía el qué.
Decidí comprarme un pequeño termo con chocolate caliente y una caja con galletitas en un puesto ambulante que estaba abierto. Divisé, a unos metros de mí, un banco que estaba solo. Me dirigí hacia él y me senté dejando el termo con el chocolate a un lado para poder abrir la caja de galletas.
Unos lo llamarán ‘suerte’, otros ‘casualidad’, pero yo pensé en llamarlo ‘el destino’ cuando dirigí mi mirada hacia una pequeña cafetería en dónde se podía ver a una chica limpiando hábilmente con un trapo las mesas de dentro. Pero no era una chica cualquiera, sino la chica que había estado ocupando mi cabeza desde que la había visto en la firma de discos.
En ese momento, la chica levantó su mirada y la dirigió hasta donde yo estaba situado, a unos metros de la cafetería. Pareció reconocerme y, al verme allí, una sonrisa se extendió en su cara, contagiándomela a mí. Levanté la caja de galletitas a modo de invitación y ella asintió indicándome con la mano que pasase a la cafetería.





sábado, 16 de febrero de 2013

Capítulo 4.


CAPÍTULO 4.

Hola readers (: ¿Qué tal estáis? Lo primero, pedir perdón por haber tardado tanto en subir, pero entre exámenes y trabajos no he tenido tiempo. Lo segundo, quería daros las gracias de todo corazón por los comentarios que he recibido, no sabéis las sonrisas que me habéis sacado al leerlos (': Seguid comentando, plz. Y también las gracias porque ya he tenido más de 200 visitas, y eso me hace feliz. Lo tercero y último, he puesto una encuesta a la derecha y me encantaría que votaseis, pliiis. Si queréis que os avise: @IreneDirection3 y @ourlastkiss_ PD.: Lectores fantasmas, MANIFESTAROS. Bueno, espero que disfrutéis y que os guste. LOVELOVELOVE <3.



(Narra Brittany)

Eran las cuatro y media de la tarde, y mi madre nos había reunido en la cocina a mi padre, a Mark, a Carla y a mí para poder explicarnos qué teníamos que hacer cada uno para el aniversario de mis abuelos, que sería dentro de dos días. A mí me había tocado la decoración, cosa que me agradaba mucho ya que me encantaba poder redecorar el salón y llenarlo de coloridos adornos.
-¿Entonces todo el mundo sabe lo que tiene que hacer?- nos preguntó mi madre mirándonos seriamente, a lo que fuimos asintiendo lentamente.-Está bien, vamos a ello.
Cogí las llaves de casa y las metí en mi bolso. Antes de salir por la puerta, me volví a mirar al espejo. Llevaba un conjunto casual y cómodo, perfecto para una tarde de compras. Nada más salir de la casa, me dirigí hacia la parada de autobús más cercana. Tardé como unos quince minutos en llegar al centro de Londres. Estaba abarrotado de gente, algo normal en esta capital. Había muchísimas calles con demasiadas tiendas. Esta iba a ser una tarde muy larga.

(Narra Mark)

Cómo no, a mí me tocaba distraer a los abuelos para que no se enterasen de la fiesta, así que decidí llevarlos al supermercado más cercano. Sí, yo y mis ideas brillantes.
El supermercado era muy grande, y había mucha comida que comprar así que esto nos iba a llevar un rato largo. Estábamos en la sección de dulces cuando, de pronto, vi un bollito pequeño recubierto de chocolate y con forma de estrella. Eran los preferidos de Abbigail. Abbi… sinceramente la echaba muchísimo de menos. Nos habíamos conocido cuando teníamos siete años. Discutíamos todo lo que queríamos y más, estábamos todo el día peleándonos, pero tampoco parábamos de reír juntos. Ella era mi mejor amiga, y yo el suyo. Parecerá ñoño, pero hasta la regalé un colgante el primer año que nos conocimos. Era un pequeño corazón en el que ponía ‘Abbi y Mark’, siempre lo llevaba consigo. Todas las veces que veníamos a Londres, ella me estaba esperando con una sonrisa, era adorable.
-¿Mark, cielo, me estás escuchando?-dijo mi abuela mientras que me sacaba de mis pensamientos. Parece ser que me había estado diciendo algo.
-Perdona abuela, estaba en mi mundo.-la respondí con una sonrisa un poco tímida.
-Te estaba diciendo que había pensado en invitar a la señora Jenkins y a su nieta Abbi el día de nuestro aniversario, ¿qué te parece?-espera, ¿¡MI ABUELA ACABA DE DECIR QUE VA A INVITAR A ABBI!?
-¿Q-Qué?-conseguí decir por fin cuando recobré el aliento.- ¿Abbi?
-Sí Mark, Abbi. ¿Qué te pasa hoy? Estás poco receptivo, eh.-dijo a la vez que reía levemente.
-Lo sé, últimamente no sé qué me pasa.- mentira, claro que sabía qué me pasaba. Todo se resumía en un nombre: Abbi.
-Bueno, mientras que no empeores.- yo tampoco pude evitar reírme ante su comentario.- El otro día se pasó por mi casa y le estuve comentando que venías. Parecía contenta y me dijo que tenía muchísimas ganas de verte.- Oh Dios mío, creo que me va a dar algo. ¿¡Tiene ganas de verme!?- La verdad es que ahora es toda una señorita, ha cambiado mucho. Ahora está muchísimo más guapa, ya verás.
No podía para de sonreír, todavía no me lo podía creer. Terminamos de comprar, y nos dirigíamos hacia la caja dispuestos a pagar. Estábamos esperando en la cola cuándo oí a alguien a mi espalda que decía mi nombre.

(Narra Carla)

La tarta había quedado preciosa. Habían hecho un trabajo excelente los pasteleros, decorando un pastel de dos pisos con los nombres de mis abuelos: Ethan y Megan. Ahora tenía que procurar que llegase sana y salva hasta donde tenía aparcado el coche, a unas manzanas de distancia.
Estaba esperando tranquilamente a que el semáforo se pusiese en verde, cuando un grupo de cinco chicas que tendrían mi edad se paró a mi lado, esperando para cruzar. Se las veía nerviosas, y no dejaban que hablar rápidamente, apenas pude comprender lo que decían, hasta que una de ellas decidió tomar el mando de la conversación.
-Veamos chicas, según la revista, se supone que Harry Styles tiene que estar por aquí, así que mantener los ojos bien abiertos y no perdáis de vista a ninguno que os parezca que puede ser él.- dijo la chica mientras que las otras asentían.
Vaya, así que Harry por aquí. Ojalá me lo encontrase, la verdad es que sería un sueño, ya que llevo enamorada de él desde que se presentó para las pruebas de Factor X. Como ya podréis haber adivinado, soy directioner. Los adoro, y son una parte importante de mí.
El semáforo se puso en verde y continué caminado. Llegué hasta un parque enorme que tenía que cruzar para poder llegar a mi coche. Iba admirando el paisaje tranquilamente cuando, sin darme cuenta, me encontré tirada entre los arbustos con un chico encima. Mi primera reacción, como es normal, fue la de gritar, pero el chico me calló tapándome la boca con su mano.
-Por favor, te lo suplico, no chilles. Sólo será un segundo, por favor no grites ni hables ni te muevas, por favor.-me susurró con una voz inglesa. Era ronca y al instante en mi cerebro algo hizo ‘clic’ y me obligó a permanecer tal y como aquel extraño quiso.
Me fijé más detenidamente en él. Parecía agitado, como si acabase de estar corriendo varios kilómetros. Llevaba un gorro naranja y un abrigo azul oscuro. No lo hubiese reconocido sino hubiese sido por sus ojos verdes y por un rizo que asomaba bajo su gorro.

domingo, 27 de enero de 2013

Capítulo 3.

CAPÍTULO 3.

Hola preciosidades <3 Aquí os dejo el capítulo 3. Creo que ya se está poniendo un poco más interesante, pero bueno, nunca se sabe jajaja. Espero que lo disfrutéis (y que comentéis qué os parece, plz). Mi twitter es @ourlastkiss_, y si hay algún lector que quiera que le avise, que me lo diga. Un besote, amores.


(Narra Paula)

Debían de ser las nueve y media de la mañana cuando noté como alguien me zarandeaba dulcemente. Yo todavía seguía dormida, soñando cosas bonitas, y no tenía intención de pararlas, así que inmediatamente me di la vuelta quedando boca abajo sobre la cama.
-No me puedo creer que duermas tanto.-dijo para sí aquella persona, a la que respondí soltando un leve gruñido. Después oí como se alejaba, por fin me dejaba en paz.
Estaba volviendo a conciliar el sueño cuando noté como un cubo de agua helada caía sobre mi cuerpo, mojándome toda la espalda y cuello.
-¿¡PERO TÚ ESTÁS LOCO O QUÉ!?- dije a la vez que me incorporaba y miraba al causante de aquella desgracia, que ahora mismo estaba revolcándose en el suelo de la risa.
-Deberías haberte visto la cara.-consiguió decir Micky cuando parecía que por fin empezaba a calmarse un poco.
-Es que ¿qué cara querías que pusiese cuándo estás tan dormida y de repente te tiran un litro de agua congelada por la mañana?-le respondí un poco molesta por su “broma”.- ¿Y CÓMO HAS ENTRADO?
-Eso te pasa por no estar lista a la hora que te dije, ni siquiera despierta. Pues resulta que hay una escalera de incendios que comunica tu habitación con la mía.-siguió hablando todavía con unos toques de risa en su voz.-Oh, venga. No te enfades, por favor.-dijo al ver mi gesto de enfado.- ¿Me perdonas?
Empezó a acercarse a mí con los brazos extendidos en señal de que iba a darme un abrazo, cuando, sin que se lo esperase, hice que mi almohada rebotase sobre su cara. Ahora la que me reía era yo al ver su cara de sorpresa.
-Con que esas tenemos, ¿eh?-me dijo a la vez que una gran sonrisa se extendía sobre su rostro y cogía otra almohada dispuesto a devolverme el golpe.

(Narra Louis)

Las firmas de discos me encantaban. En ellas podía conocer a cientos de directioners o fans, cada una especial a su manera, que me regalaban sonrisas y motivos para seguir cantando. Ahora mismo estábamos los cinco en Londres, terminando una de ellas. Quedaban poquitas personas ya en la cola, pocos discos que firmar, cuando de repente, se acercó a mí una chica alta, delgada y castaña, que me miraba con unos preciosos ojos verdes en los que se reflejaban una alegría enorme. En una mano me tendía nuestro último disco. Se la notaba demasiado nerviosa, parecía a punto de llorar.
-Hola.-la dije mientras que intentaba borrar de mi cara esa sonrisa de tonto que se acababa de formar en mi cara y la cogía el disco.- ¿A quién quieres que se lo dediquemos?-seguí hablando mientras ella pareció dudar un momento hasta que respondió.
-A mi hermana Beth, por favor.-tenía una voz preciosa, que me dejó embobado unos segundos hasta que Zayn que estaba a mi lado, me dio un leve codazo. Se lo firmé y se lo pasé a Niall, que ya estaba esperando con el rotulador un la mano.
La chica esperó a que todos se lo hubiesen firmado, pero después de esto siguió ahí plantada delante de nosotros.
-Yo… em… ¿me podría echar una foto con vosotros? Si no os importa, claro.-dijo con una voz que claramente delataba timidez.
-Por supuesto, preciosa.-respondió Liam a la vez que se incorporaba y nos invitaba a seguirle.
Me levanté y rodeé la mesa, pasando mi brazo por detrás de su espalda, al igual que Harry, esperando a que nos echasen la foto. No podía parar de sonreír, tanto ella como yo. ¿Qué me estaba  pasando?

(Narra Niall)

La chica nos dio las gracias como unas cinco veces y se marchó. Detrás de ella ya sólo quedaban tres personas. Tras terminar la firma de discos, nos dirigimos a la parte trasera del centro comercial donde nos estaba esperando un coche. Estábamos dándoles las gracias a los directores de la firma cuando de pronto oí unos sollozos a mi espalda. Me giré y vi a una chica acurrucada contra la pared. Debía de tener más o menos nuestra edad, y se la veía completamente rota.
-Disculpadme un momento.-dije a la vez que me dirigía hacia aquella chica. Llegué a su lado y me arrodillé, quedando a su altura.- Oye, ¿estás bien?
La chica levantó la mira y, sorprendida, se llevó las manos a la cara intentado limpiarse las lágrimas. Entonces la reconocí. Era una de las chicas que había estado antes en la firma. Pero antes estaba muy contenta y emocionada, ¿qué la habría pasado?
-Eh, sí, tranquilo, estoy bien.-se la notaba nerviosa. Cogió su bolso y empezó a rebuscar en él.-Mierda.-susurró para ella misma.
Introduje mi mano en mi bolsillo y saqué un clínex. Siempre solía llevar uno, para alguna emergencia, y esta parecía una de ellas. Se lo tendí y ella lo cogió tímidamente, susurrando un ‘gracias’ mientras se limpiaba los restos de maquillaje que habían sido destrozados por las lágrimas.
-Pues para serte sincero no tienes mucha pinta de estar bien. Puedes contarme lo que te ha pasado si quieres.-la dije con total naturalidad, al fin y al cabo, seguía siendo un simple chico.
-Seguro que no te interesará saber mis tonterías. No quisiese que perdieses el tiempo por mi culpa, de verdad. Lo siento mucho.-me respondió todavía entre sollozos.
-Eh, si estás triste por ello, no creo que sea una tontería.-dije a la vez que me sentaba en el suelo a su lado y la dedicaba una sonrisa a lo Horan.-Además, no pienso moverme de aquí hasta que no me lo cuentes.-este comentario la provocó una sonrisa.
-Está bien, pero que conste que tú lo has querido.
Me contó lo que la había pasado. Nada más salir de la firma, había descubierto a su novio besándose con otra. Eso la había destruido por completo, así que se acercó a ellos y, antes de romper oficialmente con su novio, le había propinado un buen tortazo. Después había se había ido corriendo y bueno, allí era donde la había encontrado yo.
Nos quedamos así charlando un rato hasta que Paul nos avisó de que ya nos íbamos, y la madre de la chica pasó a recogerla en coche. Me despedí de ella con un gran abrazo. El novio debía de ser un completo imbécil por haber dejado escapar a una chica así.
En todo el trayecto en coche no pude parar de pensar en ella. Me sentía bien por haber conseguido que volviera a sonreír.


domingo, 20 de enero de 2013

Capítulo 2.

CAPÍTULO 2.

Hola peopleeeeee. Espero que disfrutéis con este capítulo. Sé que de momento no es nada interesante y eso, pero espero que dentro de poco empiece a serlo. Comentad, plz. LOVE <3.


(Narra Brittany)

Volví a mirar por quinta vez el reloj. Eran las 8:30 de la mañana, pero sabía que no podría volver a conciliar el sueño, así que decidí levantarme de la cama y ponerme una sudadera mientras que escuchaba unos ruidos procedentes de la cocina. Llegué a ella y me encontré allí con mi hermano, rebuscando entre los armarios lo que parecía ser una taza para poder desayunar. Parecía mentira que llevase viniendo aquí  diecisiete años y todavía no supiese dónde estaban las cosas. Me acerqué a un armario, lo abrí y saqué de él dos tazas, una para cada uno.
-Muchas gracias, hermanita, pero ya las podía haber encontrado yo solo.- dijo a la vez que se acercaba a la nevera y cogía una caja de leche.
-Anda, no seas mentiroso Mark, o vas a ser como Pinocho.- le respondí a la vez que le revolvía cariñosamente el pelo y nos reíamos.
Preparamos el desayuno y nos sentamos en una pequeña mesa que tenía dos sillas.
-¿Tú tampoco podías dormir?- le pregunté mientras mojaba mi bollito de chocolate en la leche caliente.
-No, tenía demasiadas cosas en la cabeza.-dijo a la vez que apartaba la mirada.
-¿Todo esto es por Abbi?-mi hermano era como un libro abierto, así que era fácil pillarle enseguida.
-Sí, no sé qué va a pasar si me la encuentro. ¿Crees que se acordará de mí?-se le notaba triste. Había estado enamorado de Abbigail, la vecina de mis abuelos, desde los quince, pero nunca habían pasado de un simple abrazo o un beso en la mejilla. Los dos se gustaban, pero parecía que ninguno estaba dispuesto a dar el primer paso.
-Mark, ¿cómo no se va a acordar de ti? Una nunca se olvida del chico del que está enamorada.-le dije intentando que sonriese, cosa que conseguí.
-Eso espero. Y a ti, -dijo a la vez que me señalaba amenazante con una magdalena- también habrá que buscarte un novio. Uno que consiga que sonrías más a menudo y que te quite esa vergüenza que llevas encima.
-Bueno, ya veremos.-le respondí dando por zanjado el tema.
Terminamos de desayunar hablando y riéndonos por cualquier tontería. Nos reíamos tan fuerte algunas veces que conseguimos que, al final, todos acabasen despertándose.

(Narra Paula)

“Bien Paula, ¿ahora qué piensas hacer?” Era obvio que no contaba con que el vuelo tuviese problemas con el tiempo, y que tuviésemos que hacer una parada en el aeropuerto de Irlanda, pero ahora que sabía que iba a pasar aquí un día, tendría que apañármelas como pudiese.
Estaba esperando en la cola de la recogida de maletas cuando de repente mi móvil empezó a sonar al ritmo de Runaway, de Distric3. Busqué desesperadamente en mi bolso, parecía que no tenía fondo, hasta que por fin logré encontrarlo y descolgar.

[Conversación telefónica]

-Hola mamá.-dije fingiendo alegría.
-Hola cielo, ¿qué tal estás? ¿Todo bien? ¿Qué tal el vuelo? ¿Londres es como esperabas?-mi madre empezó a acribillarme con preguntas, típico de ella.
-Pues verás mamá, es que resulta que hemos tenido que aterrizar en el aeropuerto de Irlanda. Las pistas inglesas estaban inundadas, y vamos a tener que estar aquí un día. Pasado mañana saldremos hacia Londres.-intenté explicárselo lo más tranquilamente que pude, no quería que se pusiese histérica.
 -¿QUÉ? ¡NO ME LO PUEDO CREER! LA PRIMERA VEZ QUE SALES TÚ SOLA FUERA Y TE PASA ESTO.-no había dado resultado.
-Mamá por favor, tranquilízate. Hay un hotel aquí al lado. No pasa nada porque tenga que pasar una noche en él. Por favor, confía en mí.-la dije suplicante.
-Está bien. Pero si pasa cualquier otra cosa, llámame. Te quiero, cielo.
-Te quiero, mamá.

[Fin de la conversación telefónica]

Colgué el teléfono, e iba a recoger mi maleta cuando de pronto alguien dijo detrás de mí:
-Con que te gusta Distric3, ¿no?- la voz provenía de un chico, de mi edad supuse.
Cogí mi maleta y me di la vuelta. La verdad es que no me esperaba para nada la cara que vi.
-¿¡MICKY!?- no me lo podía creer. El chico que solía estar como mi fondo de pantalla estaba ahora a un metro de mí.
-Shhh, no grites por favor.-dijo a la vez que enfatizaba la acción llevándose el dedo a los labio.- No quiero que las fans me empiecen a acosar.
-Ay perdón, lo siento muchísimo.-mi cara debió de quedar tan rara, que se empezó a reír, contagiándome la risa.
Cuando terminamos de reírnos, nos presentamos y nos dirigimos hacia el hotel que había en frente del aeropuerto. Por lo visto, él también tenía que esperar hasta pasado mañana para volar a Londres. Allí en el hotel, la recepcionista tomó nuestros datos y nos dio las llaves de nuestras habitaciones. Estaban una al lado de la otra, ¿se puede tener más suerte? Llegamos al segundo piso y ya estaba entrando por la puerta cuando Micky me habló.
-Paula, como supongo que no conoces Irlanda, me he tomado la libertad de ofrecerme como tu guía turístico. Así que mañana te pasaré a buscar sobre las 10:00 de la mañana.-dijo todo esto a la vez que no dejaba de sonreír.
-Está bien, pero que conste que no te voy a dejar propina.-le respondí a la vez que nos reíamos. Me acerqué y le di un abrazo. No sé por qué lo hice, supongo que las ganas me mataban.-Hasta mañana, Micky.
-Que descanses bien, pequeña.-dijo a la vez que me correspondía al abrazo.
Me separé y entré en la habitación. Ni siquiera me detuve en observarla. Estaba tan cansada que me puse el pijama medio dormida, me tomé un té para relajarme y puse la tele mientras que me metía en la cama. Creo que no duré ni 10 minutos viendo aquel programa. Al instante, me quedé dormida.

sábado, 19 de enero de 2013

Capítulo 1.

CAPÍTULO 1.

Hola cieeeeeelos. Este es el primer capítulo. Aburrido, lo sé, pero es como una pequeña introducción a la fic. Espero que disfrutéis. LOVE <3.





(Narra Brittany)

El frío londinense chocó contra mi cara nada más bajar del avión. Hacía un día nublado, propio de esperar de una ciudad caracterizada por ello. No sería de extrañar que de un momento a otro se pusiese a llover o a nevar, ya que estamos en diciembre. Coloqué mi bufanda alrededor de mi cuello, y me encaminé hacia la recogida de maletas. El viaje no había sido muy largo, aunque bueno, ya estoy más que acostumbrada a él. Supongo que si llevas haciendo lo mismo dos veces al año durante dieciocho años, el vuelo te resulta casi familiar. Ahora os preguntaréis el por qué de tantos viajes, y la verdad es que la respuesta es muy fácil: mi padre es británico, así que las vacaciones de verano y navidad solemos pasarlas aquí con mis abuelos y tíos. La verdad es que no me podía quejar, adoraba Londres. Aquí había nacido, y me sentía como en casa.

(Narra Carla)

-Brittany, como no muevas tu culo ya, papá y mamá se van a ir sin nosotros.- le dije a mi hermana mientras que la empujaba de la cintura.
-Pues sí, y yo paso de quedarme a vivir aquí.- respondió mi hermano apoyándome.
Mis dos hermanos y yo nos dirigimos hacia el taxi en el cual mis padres estaban intentando meter las cinco maletas. Una tarea difícil, pero al final lo consiguieron. Nos montamos todos en él y emprendimos el camino a casa de mis abuelos. Vivían en las afueras de Londres, en un pequeño pueblo a quince minutos de la capital. Todavía me acuerdo de la primera vez que vine aquí. Todo me pareció tan gris, con un cielo que siempre insinuaba lluvia. Pero al final acabé cogiéndole cariño, al fin y al cabo, es una parte de mí.
Respecto a nosotros, somos una familia numerosa. Brittany es la mayor, aunque solo lo sea por un año, y después estamos Mark y yo, que somos mellizos. Solemos discutir muy a menudo, y la mayoría de veces suele ser por tonterías, pero nos queremos mucho y se nos hace duro pasar mucho tiempo separados.
Al cabo de cuarenta y cinco minutos, llegamos a casa de mis abuelos. Nos estaban esperando en la puerta con una sonrisa bien grande extendida en el rostro. Los había echado mucho de menos.

(Narra Paula)

-Por favor, abróchense los cinturones.- repitió por tercera vez una azafata de mediana edad situada en medio del pasillo del avión, para que todo el mundo pudiese oírla.
Hice lo que pidió y me acomodé en el asiento. Miré por la ventanilla cómo Madrid se iba haciendo cada vez más pequeño, cómo dejaba atrás a mi familia y me sumergía en aquella aventura. Yo y Londres. Sólo nosotros. Iba a aprovechar estos dos meses tanto como pudiese, no iba a malgastar mi oportunidad.

Presentación.

Hola, preciosidades <3 ¿Qué tal estáis? Espero que muy bien (: Hace vario tiempo que llevo queriendo escribir una fanfic, pero nunca me atrevía a subirla por miedo a ser rechazada. Espero recibir por lo menos algún comentario, aunque sea malo, acepto críticas constructivas jajaja. Espero que disfrutéis leyendo. Me he creado un nuevo twitter: @ourlastkisss_ y si alguien quiere que le avise por twitter, no tiene más que decírmelo.


LOVELOVELOVE, DREAMCATCHER.